El autor de 'Eterno Recuerdo' habla de su obra en la 16ª revista 'Jueves Santo'

Ahora que los hermanos de nuestra Cofradía Salesiana del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de la Amargura de Pozoblanco tenemos en casa la revista o boletín que lleva por título "Jueves Santo" y que en este año se ha publicado su 16ª edición, podemos compartir el artículo en el que nuestro compañero Carlos Arévalo García habla de la primera marcha procesional que ha compuesto en su vida, y que se estrenó a mediados de noviembre, en el primero de los actos conmemorativos del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco.

En su texto, publicado en las páginas 44 y 45 de la revista, podemos leer la historia de cómo surgió la idea, la trayectoria de la misma, la explicación de las tres partes en la que podemos dividir la partitura y cómo el estreno de su propia obra le sacó al compositor todo tipo de sentimientos y le dejó una huella imborrable, un "Eterno recuerdo".

Sin más dilación, les dejamos con las palabras de Carlos Arévalo acerca de su pieza musical.

El pasado 15 de noviembre tuve la oportunidad de dirigir mi primera composición dedicada a nuestra banda. Fue un momento muy emotivo, ya que nunca me podría imaginar que tendría la oportunidad de componer una pieza y elaborarla. Como toda pieza musical, tiene una historia bastante peculiar.

Todo comienza remontándonos un año atrás, en una de nuestras convivencias en la tienda de nuestro buen amigo Lorenzo. Aquel día nos reuníamos en el citado sitio Loren, José Toral y yo, conversando sobre la actualidad de nuestra querida banda, cuando Don Antonio Rides (SDB) entró en la tienda y nos propuso a los allí presentes la presencia de la banda en los actos del Bicentenario de Don Bosco y, cómo no, la de estrenar una composición propia en honor a este emotivo acto. Ciertamente no sé cómo pero me ofrecí en un arrebato de valentía y Don Antonio me hizo firmar una especie de contrato en una bolsa para la sorpresa de los allí presentes. Estoy seguro de que Don Antonio todavía tiene bien guardada aquella bolsa.

Al principio no me lo creía, pero poco a poco me fueron recordando que lo de aquel día seguía en pie. Como nos pasa a más de uno, dejamos las cosas para el final y, por circunstancias de la vida estudiantil, emigré a Sevilla en el mes de septiembre del pasado año. Impresionado por la ciudad hispalense, se me fue pasando la elaboración de la pieza musical, teniendo a mi compañero Andrés en una preocupación que no necesitaba. Pero poco después me puse manos a la obra y todo fue más sencillo, ya que tenía las ideas tomadas y tan sólo hizo falta elaborarlas. Además, sentía una gran responsabilidad, ya que veía que había mucha gente que esperaba escuchar la obra.

Tras la elaboración de la pieza, llegó el gran día que para mí comenzó el 14 de noviembre, cuando llevé a cabo el ensayo general de la pieza, donde ya sentía los nervios del gran momento y pude matizar los últimos detalles para el acto. Y llegó el día más destacado, el sábado 15 de noviembre. Los nervios estaban a flor de piel. Durante todo el tiempo piensas en todos los años que llevas en la banda, y todos esos momentos que has vivido ya que, después de tanto tiempo, todo el mundo va a disfrutar con algo que has compuesto. Gracias a nuestro Padre Don Bosco, todo salió bien y todo el mundo quedó satisfecho, permaneciendo así un "ETERNO RECUERDO".

Sin embargo, nada se hace solo. En este caso, el resultado musical de la pieza es también gracias a Andrés García Rojas, el cual además de participar en la elaboración, estuvo día tras día en el ensayo haciendo sonar esta marcha y muchas más, un trabajo que nunca está reconocido.

La estructura de la pieza está dividida en tres partes. La primera parte pasa por la tonalidad principal y busca transmitir los valores que aprendimos con Don Bosco así como su afán por darse a los demás, por lo que vemos que el tema musical pasa por las distintas voces de la banda. La segunda parte, pasa por el relativo de la tonalidad principal y pretende transmitir las distintas dificultades que encontró el padre salesiano a lo largo de su vida. Posteriormente encontramos una melodía sola de trompeta, la cual nos muestra la forma en la que Don Bosco salió de estas dificultades y nos condujo a una parte mejor. Por último, encontramos una tercera y última parte que nos muestra una melodía más alegre que pretende mostrar la celebración del propio bicentenario.

Por último, quiero destacar los momentos vividos el 31 de enero cuando la marcha se estrenó en la calle, justo detrás del paso de San Juan Bosco, momentos donde nuestra banda mostró el buen momento en el que se encuentra.

Nada de esto hubiera sido posible sin la estimable ayuda de nuestra banda y en especial de Andrés, por su gran interés en que todo este proceso siguiera hacia adelante. No obstante, debo agradecérselo a Don Antonio ya que fue quien inició todos los actos en conmemoración a Don Bosco.

Muchísimas gracias a todos.